martes, 3 de diciembre de 2019

VÍA VERDE BÉJAR-HERVÁS

VÍA VERDE


"Vía verde es el nombre que reciben en España los recorridos peatonales y ciclistas en el medio natural resultado del acondicionamiento de infraestructuras en desuso, principalmente antiguos trazados ferroviarios o carreteras sin servicio."

Nuestra andadura comienza en Béjar, concretamente tomando un café en el albergue Estación Verde, que como su nombre indica se trataba de la antigua estación de tren de la localidad bejarana. Allí, todo hay que decir, nos trataron de maravilla. Invadimos la cafetería para tomar un café antes de comenzar nuestra andadura de 21 km aquellos que aguantamos. Recomendable la parada, tienen un amplio abanico de bizcochos de muchos sabores para poder deleitarse. 


Adorable imagen del perrito de los que regentan el albergue.
Regalo de la naturaleza un día de lluvia antes de comenzar la ruta.
Comienza nuestra andadura un día de lluvia media que nos acompañó hasta la mitad del recorrido.
Desde el inicio, hasta el final que termina en Hervás, vamos a ir divisando un paisaje que va aumentando en belleza con el plus añadido que estamos en otoño en el valle de los colores mágicos, EL VALLE DEL AMBROZ.






 Imprescindible hacer un pequeño desvío para ver no, admirar, el cedro de la francesa. Un ejemplar de un tamaño descomunal que no abarca en una foto. Se encuentra en un pequeño desvío que hay al iniciar la ruta que nos lleva de Béjar a Baños de Montemayor.



Croquis de la ruta que hicimos con parada a comer en Puerto de Béjar.



Comenzamos el desvío para ver el cedro. Está a la izquierda del camino.





Imagen de una de las ramas vista desde abajo


Continuamos nuestro camino por el sendero. La ruta es completamente llana y en el sentido que nosotros los hicimos, hacia Hervás, el mínimo desnivel que tiene es hacia abajo. Las vías verdes al tratarse de antiguas vías de ferrocarril abandonadas hacen que las rutas no tengas subidas y bajadas pronunciadas. Son ideales por tanto para senderistas y ciclistas y se pueden hacer perfectamente en familia con niños e incluso carritos de niños o sillas de ruedas.






Imagen del puente de la autovía que vi en mis viajes a extremadura desde Salamanca, como se iba construyendo en su día.

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Riachuelos en el camino. Agua es vida, bonito día.


Elementos naturales que se van encontrando en el camino enriqueciendo nuestra vista.


 Y toca paradita a comer en LA PEQUEÑA ESTACIÓN  de Puerto de Béjar.



Dejamos la estación detrás y el paisaje se va abriendo ante nuestros ojos, incluido el clima, tuvimos la suerte los que continuamos la marcha de que dejara de llover. Al fondo podemos ver el embalse de Baños de Montemayor. La perspectiva que siempre he tenido de él es desde la autovía, sin que desde la carretera desmerezca el paisaje.



Se va viendo Baños de Montemayor.


Las nubes, el bosque y la montaña nos van acompañando en nuestro recorrido. En la fotografía inferior vemos el Pinajarro, a 2099 ms de altura y como podemos apreciar, está nevado. Nuestra querida Sierra de Candelario.
Vistas del Pinajarro, al que se puede subir desde Hervás.
 Y vamos llegando a Hervás donde lo primero que nos encontramos es este puente por el que cruzamos el río Ambroz que nos regala este precioso sonido relajante.




 Vistas del río Ambroz desde el puente, a la entrada de Hervás.





Parque Paseo del Robleo, en Hervás.




Y para finalizar vistas de la Iglesia de Santa María de Aguas Vivas rodeada de montañas.




Fin de la ruta.

viernes, 29 de noviembre de 2019

Exposición "Soldados de Terracota"

La apasionante historia del descubrimiento de estos 8.000 soldados de terracota y la terrorífica historia del emperador anterior que los que le acompañaban en su tumba no eran soldados de terracota sino soldados de su ejercito envenenados.
"En 1974, un campesino descubrió por casualidad el primero de los ocho mil soldados que custodiaban la tumba del primer emperador de China
Entre la ladera del monte Li y el río Wei, en la provincia china de Shaanxi, un túmulo con forma de pirámide se eleva más de 40 metros sobre la planicie. Bajo su cúspide, hoy hundida, un palacio subterráneo alberga los restos de uno de los personajes más fascinantes de la historia de China: Zhao Zheng, rey de Qin y primer unificador de China, al que conocemos como Qin Shihuang di, "el primer emperador" (259-210 a.C.).
Según el antiguo historiador chino Sima Qian, el mausoleo era de tal magnitud que en el techo se reprodujo la cúpula celestial. Debajo, los artesanos del imperio se esforzaron en construir un modelo de la tierra que conocían para que su emperador tuviera un lugar donde gobernar en el Más Allá. Usando mercurio reprodujeron los grandes ríos de China, y el océano en el que desembocan.
El gran descubrimiento se produjo en 1974. Aquel año la región de Shaanxi estaba sufriendo una de sus peores sequías, y los campesinos, desesperados por encontrar agua, habían empezado a excavar pozos más profundos de lo habitual. Uno de estos agricultores, Yang Zhifa, salió con sus hermanos un día para buscar agua. El pozo que estaban perforando tenía ya más de cuatro metros de profundidad cuando la pala de Yang dejó a la vista una forma circular. Pensando que se había topado con algún cuenco antiguo, excavó con cuidado alrededor de la cerámica hasta dejar al descubierto el cuello de una escultura de terracota. Acababa de despertar a los guerreros de Xian.
Los improvisados arqueólogos siguieron cavando alrededor de la figura hasta que dieron con un suelo de ladrillo. Sospechando que habían hecho un hallazgo singular, informaron a las autoridades y de inmediato la zona se llenó de arqueólogos e historiadores. Su sorpresa fue grande. El hallazgo se había producido a más de un kilómetro de distancia del túmulo del primer emperador, lo que indicaba que su tumba era mucho mayor de lo que se suponía. Pero, sobre todo, los textos literarios de la Antigüedad no hacían ninguna referencia a la presencia de esculturas en la tumba; en cambio, lo que estaba apareciendo a la vista de los arqueólogos chinos eran literalmente millares de figuras, que reproducían el ejército con el que Zhao Zheng consiguió unificar China bajo su mandato en el año 221 a.C.

Hasta el momento han aparecido en Xian más de 8.000 soldados de tamaño ligeramente superior al natural, uniformados de acuerdo con su rango, vistiendo armadura y pintados de colores brillantes. Aunque sea difícil de creer, no hay dos caras iguales entre los guerreros de Xian. La fosa número 1 contiene un ejército en formación de ataque con 6.000 figuras de caballos y soldados. Una compañía de 204 soldados de infantería armados con ballestas y arcos forma la vanguardia del ejército, seguida de treinta líneas de carros alternados con más infantes. En los flancos hay dos líneas de soldados mirando hacia fuera.
La fosa número 2, situada veinte metros al norte de la fosa 1, contiene 1.400 arqueros, soldados de infantería y carros. La formación de este otro grupo militar es más compleja y refleja una mayor variedad de tropas y auxiliares, incluyendo arqueros, lanceros, soldados de caballería, carros y dos comandantes: uno en la última fila de la vanguardia, y el otro sobre un carro de combate, tras los carros y la infantería.
En la fosa número 3 se ha localizado el punto donde debía de estar situado el comandante en jefe, junto con 86 soldados, la gran mayoría oficiales. La estatua del comandante no se ha encontrado, aunque los arqueólogos creen que su ausencia está relacionada con un túmulo cercano que podría albergar la tumba del general o su efigie en terracota.
El saqueo de la tumba
Entre el material recuperado se han encontrado espadas sin oxidar, gracias a la capa de cromo con la que fueron recubiertas, y todavía afiladas. También se han hallado mecanismos de ballestas automáticas y puntas de flechas con medidas estandarizadas que sugieren un sistema complejo de manufactura. Sin embargo, durante las excavaciones se puso de manifiesto que los soldados de terracota habían sido desprovistos de sus armas, y muchos habían sido destruidos. La historiografía china cuenta que, tras la muerte del emperador, acontecieron numerosas revueltas. Durante una de ellas, dirigida por el general Xiang Yu, del reino de Chu, los rebeldes entraron en la tumba, la saquearon y quemaron en su huida las estructuras de madera que cubrían el recinto. Los restos calcinados fueron quedando paulatinamente cubiertos por tierra y vegetación, y así quedó sellado el destino de los guerreros de Xian."