LOVAINA
Éste es mi primer post de nuestro viaje a Bélgica visitando distintas ciudades. Nuestra sede fue Lovaina durante siete días y desde allí nos desplazábamos en tren a los distintos lugares que visitamos. Está muy bien comunicada y es fácil moverse.
Ha sido un gran descubrimiento esta ciudad. Había visto fotos que me mandaba mi hija que está estudiando allí un curso a través de las becas Erasmus, pero no imaginé que gustara tanto. Sin duda vale dedicarle como mínimo día y medio si no dispones de mucho tiempo.
Voy a empezar por orden de visitas nuestro viaje.
Lo primero que hicimos casi nada más llegar fue visitar la fábrica de cervezas Stela Artois, originaria de allí y cuyas visitas sólo son en fin de semana, nuestro horario fue a las 15:00, última hora de visita. Son en inglés así que el que no domine mucho el idioma tendrá que conformarse con ver las instalaciones y hacer una cata, porque es una visita mayormente de explicación.
La fábrica está a las afueras de la ciudad, pero desde el centro no te lleva más de media hora andando.
AYUNTAMIENTO Y CENTRO DE LA CIUDAD
El Ayuntamiento de Lovaina, Bélgica, (neerlandés: Stadhuis) es un edificio histórico que se levanta en la Grote Markt (Plaza Principal), frente a la monumental Iglesia de San Pedro. Fue construido en estilo gótico brabantino tardío, entre 1439 y 1469, con una arquitectura ornamentada.
El Ayuntamiento presenta el aspecto de un relicario arquitectónico, con una fachada de tres pisos, revestidas con ventanas góticas en las tres caras visibles desde el Grote Markt. Por encima se levanta un tejado empinado tachonado con cuatro niveles de buhardillas. En los ángulos del tejado se levantan seis torreones octogonales rematados por chapiteles calados que permiten el paso de la luz.
Por toda la fachada se distribuyen multitud de estatuas en nichos con dosel. Las ménsulas que soportan las estatuas están talladas con escenas de la Biblia. Si bien los nichos y repisas se construyeron con el conjunto del edificio, las 236 estatuas datan de 1850. Los situados en la primera planta representan a personajes de importancia en la historia de la ciudad, los de la segunda representan a los santos patrones y figuras simbólicas y los de la tercera, a los condes de Lovaina y duques de Brabante de diversas épocas.
La fachada principal tiene una escalinata a la entrada, y dos portales en el centro, encima de los cuales se encuentran las figuras de San Pedro a la izquierda y la Virgen con el Niño a la derecha.
El interior alberga una interesante colección de obras de arte, incluyendo esculturas de Constantin Meunier y Lambeaux Jef. En el interior también se pueden ver los retratos de los alcaldes de Lovaina desde 1794.
PALACIO DE ARENBERG
Otro imprescindible sin lugar a dudas que hay que visitar. El espectacular palacio, se mire por donde se mire, merece la pena un paseo desde el centro. En menos de media hora puedes llegar pasando por la zona universitaria y por el parque, o bosque, cercano a orillas del río Dyle, que es el que baña la ciudad.
El Palacio de Arenberg, de estilo Renacimiento flamenco, está situado en Heverlee, distrito de Lovaina, Bélgica. Construido sobre el emplazamiento de un castillo medieval del siglo XII, el edificio actual fue comenzado por Guillermo de Croy en el siglo XVI, pero ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo del tiempo, incluso en el siglo XXI. En 1612, el palacio pasó a ser propiedad de los duques de Arenberg, familia alemana que lo ocupó hasta la Primera Guerra Mundial. Actualmente es propiedad de la Universidad Católica de Lovaina y se halla en el centro del Campus de Ciencias Físicas Aplicadas de Heverlee. El palacio posee gran armonía en su estilo arquitectónico flamenco, pese a haber incorporado elementos del Renacimiento, el Barroco tardío e incluso del neogótico del siglo XIX. Está flanqueado por dos torres cuadradas con cúpulas bulbosas coronadas por sendas águilas bicéfalas
BEATERIO
En plena ciudad de Lovaina, en Bélgica, nos encontramos el Beaterio Grande, un conjunto de más de 85 casas adosadas, construidas en ladrillo rojo y rodeadas por una larga muralla. Además de estas casas también hay pequeños jardines, huertos, plazas e incluso iglesias
Aquí, las mujeres podían ingresar como beatas durante un tiempo determinado (al contrario que en los conventos) y ganarse el sustento realizando diferentes tareas como el cultivo, la oración o prestar ayuda y atención a enfermos y personas sin recursos. Aunque durante el tiempo de ingreso eran obligatorios los votos de obediencia y de castidad, no lo era el de pobreza. Incluso se daba el caso de beatas de familia acaudalada que pasaban su tiempo de reclusión acompañadas de sus sirvientes.
Una característica común en sus casas es la ausencia casi total de ventanas en la primera planta, y las que hay suelen ser bastante estrechas. Aunque durante el día permanecía abierto a visitantes y demandantes, por las noches se cerraba a cal y canto para protección de las beatas.
La iglesia es una pequeña basílica de estilo gótico y con algunos tintes de románico, con un diminuto campanario que suena en periodos de media hora. En la cara norte de la iglesia encontramos una inscripción en latín con las fechas de fundación del beaterio (1234) y de la iglesia (1305). Debido a dos periodos de abandono y varias reconstrucciones, la mayor parte de los edificios que podemos observar en el beaterio datan de entre los años 1630 y 1670.
BIBLIOTECA DE LOVAINA
A pesar de que la creación de la Universidad de Lovaina tendrá lugar en el siglo XV, no será hasta 1636 cuando se inaugure su «Biblioteca Central», que se situará en el antiguo Mercado de los Paños (Halle aux Draps), un antiguo edificio del siglo XIV del que la Ciudad cedería en parte su uso a la Universidad y que a lo largo de los años sufriría diversas adaptaciones. De esta manera, en 1725 se construiría una nueva ala, a la que se mudaría la biblioteca y que contaría con una espectacular sala de lectura de estilo barroco tardío junto a la Plaza Mayor (Oude Markt).
En 1914, durante la Segunda Guerra Mundial, tendrá lugar el capítulo más trágico en la historia de la Universidad, ahora la Universidad Católica de Lovaina, y su biblioteca. El 25 de agosto, después de varios días de ocupación pacífica de la ciudad por tropas alemanas, sus soldados prenderán fuego a la biblioteca de la Universidad y a una gran parte de la ciudad de Lovaina. El edificio de la biblioteca quedaría reducido a un esqueleto carbonizado en el que quedaban a merced del viento los restos de los antiguos libros destruidos por las llamas.
La destrucción de esta fuente del saber humano causó estupefacción en la comunidad internacional e incluso antes de que la Primera Guerra Mundial hubiera terminado, las potencias aliadas y neutrales formaron un comité para reunir dinero y libros que pudieran dar lugar a la reconstrucción de la Biblioteca de la Universidad de Lovaina. Al finalizar la contienda, el mismo Tratado de Versalles estipulaba la donación a la Universidad por parte de los alemanes de 13.000 marcos en libros.
Los americanos se encargarían de la construcción del nuevo edificio que albergaría la biblioteca, diseñado por el norteamericano Whitney Warren y construido entre 1921 y 1928. El nuevo edificio de estilo neorenacentista flamenco se emplazaría ahora en Mgr.Ladeuzeplein, alzándose todavía en la actualidad como una de las construcciones más impresionantes que forman parte del conjunto de la Universidad Católica de Lovaina.
La nueva biblioteca es un homenaje al historicismo y su decoración hace referencia a temas como el patriotismo belga, la victoria de los aliados, y sobre todo, la fraternidad norteamericana, a través de la presencia de símbolos como el águila imperial, los escudos de universidades americanas o las 48 campanas de la torre de carrillón, una por cada estado norteamericano.
Pero el devenir de la biblioteca estará marcado por más calamidades y en 1940, durante la ocupación de Lovaina por los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, el edificio de la biblioteca volverá a salir ardiendo como consecuencia del fuego cruzado entre ambos bandos; por lo que la biblioteca tendrá que volver a ser en parte reconstruida.

Parte de las escaleras vistas desde fuera para subir a la Torrre
Como curiosidad todos los días al dar los cuartos suena en él un fragmento del “Reuzegom”, una vieja canción flamenca que se ha convertido en el icono sonoro de Leuven. Pero además todos los martes y jueves hasta mediados de mayo hay conciertos del carrillón desde las 19:00 a las 19:45. A estos conciertos se puede acudir totalmente gratis apuntándose previamente. Para empezar hay que subir sus “solo” 289 escalones. Pero una vez arriba la estampa de la ciudad entera es magnífica y ya por eso merece la pena. Ahí te recibe el “Allemande” de Bach y luego sigue el concierto. La música se produce tocando un teclado de tipo “bastón”, muy típico en los Países Bajos desde el siglo XIV. Cada tecla está vinculada a una de las campanas, que según su tamaño produce una nota diferente.
JARDIN BOTÁNICO
Y te apasionen o no las plantas, no dejes de visitar esta maravilla de Jardín Botánico.
Lo más destacable del Jardín Botánico, también conocido como De Kruidtuin, es que es el más antiguo de todo Bélgica. Sus orígenes se remontan a 1738, cuando la Universidad de Leuven encargó su creación para los estudiantes de medicina y estudios científicos, llegando a ser uno de los emblemas de la ciudad.
En 1835 se cedió el jardín a la ciudad de Leuven, que renovó algunas de sus partes (como su “orangerie” o jardín cubierto), devolviéndolas a su estado original, e instaló un invernadero tropical. La puerta de entrada neoclásica, la “orangerie” y la pintoresca disposición del jardín son particularmente interesante.
El Jardín Botánico cuenta con hasta 800 especies de plantas diferentes y sigue siendo una importante fuente de información para estudiantes.
Por las fotos que hice, se puede adivinar, que me apasionan las plantas, así que disfruté como una enana.
Y para finalizar, su impresionante catedral
IGLESIA DE SAN PEDRO
La primera iglesia del lugar, presumiblemente fundada en el año 986, era de madera y sufrió un incendio en 1176.2 Fue reemplazada por una iglesia románica, construida en piedra, con un extremo occidental flanqueado por dos torres redondas, como en la basílica de Nuestra Señora en Maastricht. Del edificio románico sólo queda parte de la cripta, por debajo de la cancela del edificio actual.
La construcción del actual edificio gótico, significativamente más grande que su predecesor, se comenzó hacia el año 1425, y fue continuado durante más de medio siglo en un estilo marcadamente uniforme, reemplazando a la iglesia anterior progresivamente desde el este (cancela) hacia el oeste. Su construcción se solapó con la del Ayuntamiento al otro lado de la plaza y en los primeros decenios compartió la misma sucesión de arquitectos que su vecino civil: primero Sulpitius van Vorst, seguido por Jan II Keldermans y más tarde Matheus de Layens. En 1497 el edificio estaba prácticamente acabado, aunque se continuó haciendo modificaciones, especialmente en el extremo occidental.
En 1458, un incendio afectó a las antiguas torres románicas que aún flanqueaban el extremo occidental del edificio inconcluso. Rápidamente siguieron los primeros arreglos para un nuevo complejo de torres, pero nunca se llevaron a cabo. Luego, en 1505, Joost Matsys (hermano del pintor Quentin Massys) forjó un ambicioso plan para erigir tres torres colosales de sillería coronada por agujas caladas, que habrían tenido un gran efecto, pues la aguja central alcanzaría los 170 metros,4 convirtiéndose así en el edificio más alto del mundo de su época. La insuficiente estabilidad del suelo y la carencia de fondos hicieron que este plan fuese impracticable, pues la torre central alcanzó menos de un tercio de su pretendida altura antes de que el proyecto se abandonara en el año 1541. La altura quedó aún más reducida por derrumbamientos parciales desde 1570 a 1604, de manera que actualmente la torre principal alcanza a duras penas por encima del tejado de la iglesia; a sus lados hay meros esbozos. El arquitecto, sin embargo, había hecho una maqueta del diseño original, que se conserva en el brazo del transepto meridional.
A pesar de su estado inacabado, las torres están incluidas dentro del grupo de 56 torres y campanarios de Bélgica y Francia en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1999.
Sobresalen dos pinturas del antiguo flamenco Dirk Bouts, su Última Cena (1464-1468) y el Martirio de San Erasmo (1465). La calle que da al extremo occidental de la iglesia tiene el nombre del artista.

Y por último dos fotos, una la de la barra de bar más larga de Europa, calle que me encanta, y ese olor tan característico de todas las ciudades belgas que he visitado y que no deja indiferente a nadie, ese olor a chocolate de los gofres deliciosos que venden.
Ouden Market
El Ayuntamiento de Lovaina, Bélgica, (neerlandés: Stadhuis) es un edificio histórico que se levanta en la Grote Markt (Plaza Principal), frente a la monumental Iglesia de San Pedro. Fue construido en estilo gótico brabantino tardío, entre 1439 y 1469, con una arquitectura ornamentada.
El Ayuntamiento presenta el aspecto de un relicario arquitectónico, con una fachada de tres pisos, revestidas con ventanas góticas en las tres caras visibles desde el Grote Markt. Por encima se levanta un tejado empinado tachonado con cuatro niveles de buhardillas. En los ángulos del tejado se levantan seis torreones octogonales rematados por chapiteles calados que permiten el paso de la luz.
Por toda la fachada se distribuyen multitud de estatuas en nichos con dosel. Las ménsulas que soportan las estatuas están talladas con escenas de la Biblia. Si bien los nichos y repisas se construyeron con el conjunto del edificio, las 236 estatuas datan de 1850. Los situados en la primera planta representan a personajes de importancia en la historia de la ciudad, los de la segunda representan a los santos patrones y figuras simbólicas y los de la tercera, a los condes de Lovaina y duques de Brabante de diversas épocas.
La fachada principal tiene una escalinata a la entrada, y dos portales en el centro, encima de los cuales se encuentran las figuras de San Pedro a la izquierda y la Virgen con el Niño a la derecha.
El interior alberga una interesante colección de obras de arte, incluyendo esculturas de Constantin Meunier y Lambeaux Jef. En el interior también se pueden ver los retratos de los alcaldes de Lovaina desde 1794.
PALACIO DE ARENBERG
Otro imprescindible sin lugar a dudas que hay que visitar. El espectacular palacio, se mire por donde se mire, merece la pena un paseo desde el centro. En menos de media hora puedes llegar pasando por la zona universitaria y por el parque, o bosque, cercano a orillas del río Dyle, que es el que baña la ciudad.
El Palacio de Arenberg, de estilo Renacimiento flamenco, está situado en Heverlee, distrito de Lovaina, Bélgica. Construido sobre el emplazamiento de un castillo medieval del siglo XII, el edificio actual fue comenzado por Guillermo de Croy en el siglo XVI, pero ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo del tiempo, incluso en el siglo XXI. En 1612, el palacio pasó a ser propiedad de los duques de Arenberg, familia alemana que lo ocupó hasta la Primera Guerra Mundial. Actualmente es propiedad de la Universidad Católica de Lovaina y se halla en el centro del Campus de Ciencias Físicas Aplicadas de Heverlee. El palacio posee gran armonía en su estilo arquitectónico flamenco, pese a haber incorporado elementos del Renacimiento, el Barroco tardío e incluso del neogótico del siglo XIX. Está flanqueado por dos torres cuadradas con cúpulas bulbosas coronadas por sendas águilas bicéfalas
BEATERIO
En plena ciudad de Lovaina, en Bélgica, nos encontramos el Beaterio Grande, un conjunto de más de 85 casas adosadas, construidas en ladrillo rojo y rodeadas por una larga muralla. Además de estas casas también hay pequeños jardines, huertos, plazas e incluso iglesias
Aquí, las mujeres podían ingresar como beatas durante un tiempo determinado (al contrario que en los conventos) y ganarse el sustento realizando diferentes tareas como el cultivo, la oración o prestar ayuda y atención a enfermos y personas sin recursos. Aunque durante el tiempo de ingreso eran obligatorios los votos de obediencia y de castidad, no lo era el de pobreza. Incluso se daba el caso de beatas de familia acaudalada que pasaban su tiempo de reclusión acompañadas de sus sirvientes.
Una característica común en sus casas es la ausencia casi total de ventanas en la primera planta, y las que hay suelen ser bastante estrechas. Aunque durante el día permanecía abierto a visitantes y demandantes, por las noches se cerraba a cal y canto para protección de las beatas.
La iglesia es una pequeña basílica de estilo gótico y con algunos tintes de románico, con un diminuto campanario que suena en periodos de media hora. En la cara norte de la iglesia encontramos una inscripción en latín con las fechas de fundación del beaterio (1234) y de la iglesia (1305). Debido a dos periodos de abandono y varias reconstrucciones, la mayor parte de los edificios que podemos observar en el beaterio datan de entre los años 1630 y 1670.
BIBLIOTECA DE LOVAINA
A pesar de que la creación de la Universidad de Lovaina tendrá lugar en el siglo XV, no será hasta 1636 cuando se inaugure su «Biblioteca Central», que se situará en el antiguo Mercado de los Paños (Halle aux Draps), un antiguo edificio del siglo XIV del que la Ciudad cedería en parte su uso a la Universidad y que a lo largo de los años sufriría diversas adaptaciones. De esta manera, en 1725 se construiría una nueva ala, a la que se mudaría la biblioteca y que contaría con una espectacular sala de lectura de estilo barroco tardío junto a la Plaza Mayor (Oude Markt).
En 1914, durante la Segunda Guerra Mundial, tendrá lugar el capítulo más trágico en la historia de la Universidad, ahora la Universidad Católica de Lovaina, y su biblioteca. El 25 de agosto, después de varios días de ocupación pacífica de la ciudad por tropas alemanas, sus soldados prenderán fuego a la biblioteca de la Universidad y a una gran parte de la ciudad de Lovaina. El edificio de la biblioteca quedaría reducido a un esqueleto carbonizado en el que quedaban a merced del viento los restos de los antiguos libros destruidos por las llamas.
La destrucción de esta fuente del saber humano causó estupefacción en la comunidad internacional e incluso antes de que la Primera Guerra Mundial hubiera terminado, las potencias aliadas y neutrales formaron un comité para reunir dinero y libros que pudieran dar lugar a la reconstrucción de la Biblioteca de la Universidad de Lovaina. Al finalizar la contienda, el mismo Tratado de Versalles estipulaba la donación a la Universidad por parte de los alemanes de 13.000 marcos en libros.
Los americanos se encargarían de la construcción del nuevo edificio que albergaría la biblioteca, diseñado por el norteamericano Whitney Warren y construido entre 1921 y 1928. El nuevo edificio de estilo neorenacentista flamenco se emplazaría ahora en Mgr.Ladeuzeplein, alzándose todavía en la actualidad como una de las construcciones más impresionantes que forman parte del conjunto de la Universidad Católica de Lovaina.
La nueva biblioteca es un homenaje al historicismo y su decoración hace referencia a temas como el patriotismo belga, la victoria de los aliados, y sobre todo, la fraternidad norteamericana, a través de la presencia de símbolos como el águila imperial, los escudos de universidades americanas o las 48 campanas de la torre de carrillón, una por cada estado norteamericano.
Pero el devenir de la biblioteca estará marcado por más calamidades y en 1940, durante la ocupación de Lovaina por los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, el edificio de la biblioteca volverá a salir ardiendo como consecuencia del fuego cruzado entre ambos bandos; por lo que la biblioteca tendrá que volver a ser en parte reconstruida.
![]() |
Parte de las escaleras vistas desde fuera para subir a la Torrre |
Como curiosidad todos los días al dar los cuartos suena en él un fragmento del “Reuzegom”, una vieja canción flamenca que se ha convertido en el icono sonoro de Leuven. Pero además todos los martes y jueves hasta mediados de mayo hay conciertos del carrillón desde las 19:00 a las 19:45. A estos conciertos se puede acudir totalmente gratis apuntándose previamente. Para empezar hay que subir sus “solo” 289 escalones. Pero una vez arriba la estampa de la ciudad entera es magnífica y ya por eso merece la pena. Ahí te recibe el “Allemande” de Bach y luego sigue el concierto. La música se produce tocando un teclado de tipo “bastón”, muy típico en los Países Bajos desde el siglo XIV. Cada tecla está vinculada a una de las campanas, que según su tamaño produce una nota diferente.
JARDIN BOTÁNICO
Y te apasionen o no las plantas, no dejes de visitar esta maravilla de Jardín Botánico.
Lo más destacable del Jardín Botánico, también conocido como De Kruidtuin, es que es el más antiguo de todo Bélgica. Sus orígenes se remontan a 1738, cuando la Universidad de Leuven encargó su creación para los estudiantes de medicina y estudios científicos, llegando a ser uno de los emblemas de la ciudad.
En 1835 se cedió el jardín a la ciudad de Leuven, que renovó algunas de sus partes (como su “orangerie” o jardín cubierto), devolviéndolas a su estado original, e instaló un invernadero tropical. La puerta de entrada neoclásica, la “orangerie” y la pintoresca disposición del jardín son particularmente interesante.
El Jardín Botánico cuenta con hasta 800 especies de plantas diferentes y sigue siendo una importante fuente de información para estudiantes.
Por las fotos que hice, se puede adivinar, que me apasionan las plantas, así que disfruté como una enana.
Y para finalizar, su impresionante catedral
IGLESIA DE SAN PEDRO
La primera iglesia del lugar, presumiblemente fundada en el año 986, era de madera y sufrió un incendio en 1176.2 Fue reemplazada por una iglesia románica, construida en piedra, con un extremo occidental flanqueado por dos torres redondas, como en la basílica de Nuestra Señora en Maastricht. Del edificio románico sólo queda parte de la cripta, por debajo de la cancela del edificio actual.
La construcción del actual edificio gótico, significativamente más grande que su predecesor, se comenzó hacia el año 1425, y fue continuado durante más de medio siglo en un estilo marcadamente uniforme, reemplazando a la iglesia anterior progresivamente desde el este (cancela) hacia el oeste. Su construcción se solapó con la del Ayuntamiento al otro lado de la plaza y en los primeros decenios compartió la misma sucesión de arquitectos que su vecino civil: primero Sulpitius van Vorst, seguido por Jan II Keldermans y más tarde Matheus de Layens. En 1497 el edificio estaba prácticamente acabado, aunque se continuó haciendo modificaciones, especialmente en el extremo occidental.
En 1458, un incendio afectó a las antiguas torres románicas que aún flanqueaban el extremo occidental del edificio inconcluso. Rápidamente siguieron los primeros arreglos para un nuevo complejo de torres, pero nunca se llevaron a cabo. Luego, en 1505, Joost Matsys (hermano del pintor Quentin Massys) forjó un ambicioso plan para erigir tres torres colosales de sillería coronada por agujas caladas, que habrían tenido un gran efecto, pues la aguja central alcanzaría los 170 metros,4 convirtiéndose así en el edificio más alto del mundo de su época. La insuficiente estabilidad del suelo y la carencia de fondos hicieron que este plan fuese impracticable, pues la torre central alcanzó menos de un tercio de su pretendida altura antes de que el proyecto se abandonara en el año 1541. La altura quedó aún más reducida por derrumbamientos parciales desde 1570 a 1604, de manera que actualmente la torre principal alcanza a duras penas por encima del tejado de la iglesia; a sus lados hay meros esbozos. El arquitecto, sin embargo, había hecho una maqueta del diseño original, que se conserva en el brazo del transepto meridional.
A pesar de su estado inacabado, las torres están incluidas dentro del grupo de 56 torres y campanarios de Bélgica y Francia en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1999.
Sobresalen dos pinturas del antiguo flamenco Dirk Bouts, su Última Cena (1464-1468) y el Martirio de San Erasmo (1465). La calle que da al extremo occidental de la iglesia tiene el nombre del artista.
Y por último dos fotos, una la de la barra de bar más larga de Europa, calle que me encanta, y ese olor tan característico de todas las ciudades belgas que he visitado y que no deja indiferente a nadie, ese olor a chocolate de los gofres deliciosos que venden.
Ouden Market
No hay comentarios:
Publicar un comentario