RUTA TRILHO DOS PESCADORES

Y seguimos con Portugal. En esta ruta se juntan gran parte de mis pasiones, así que la recomiendo a todo aquel que esté enamorado del mar, le guste caminar, hacer senderismo e inevitablemente plasmarlo todo en un reportaje fotográfico. 

Comenzamos nuestra andadura en Odeceixe, un lugar idílico para comer un bocadillo y disfrutar desde la distancia de este paisaje donde se juntan el río y el mar y nos dejan estas hermosas imágenes que este pueblo blanco portugués tiene el lujo de tener a sus pies. 

Odeceixe

Desembocadura del río

Recomendable hacerla a partir de abril donde se puede ver la vegetación típica de esta zona costera en todo su esplendor. Juego de colores de flores amarillas y moradas en medio los arbustos verdes típicos costeros que reciben diariamente el azote de los vientos y de la brisa marina que te acompaña durante todo el viaje.
Ruta exigente en el sentido de que a pesar de no tener apenas desnivel, se camina en su práctica totalidad por terreno arenoso que la hacen un poco más dificultosa que otras. La hicimos en tres días con una media de 20 km diarios.

Elegida por la Federación Europea de Senderismo como uno de los mejores destinos para caminar del mundo, la Ruta Vicentina cuenta con 300.000 hectáreas de espacio protegido, en torno a 20.000 visitantes al año y voluntarios que se encargan del mantenimiento de las señales y postes que indican el camino.

El Sendero de los Pescadores, desde Porto Covo hasta Odeceixe, sigue un recorrido pegado al mar, por la costa y sus pueblos marineros.

Esta última es la senda del verano, la que proponemos hacer a lo largo de poderosos e imponentes acantilados, magníficas vistas al ­Atlántico, playas desiertas de extensas dunas y calas donde darse el mejor baño después de una caminata. Los senderos muestran las caminos seguidos por los pescadores locales, los accesos a playas salvajes y a las zonas de pesca.

Se encuentran localizados en Almograve, São Luís, Troviscais, Santa Clara, Sabóia, Bordeira y Carrapateira.

Campo de amapolas

Playa con acantilados de vértigo

Vegetación salvaje que sobrevive entre el paisaje abrupto azotado por los fuertes vientos del Atlántico

Paisaje medio lunar que nos encontramos en estos caminos

Porto Covo

Preciosa bajada a este pequeño pueblo pesquero con vistas al embarcadero.

Increíble e inédito,  en Portugal es de los pocos lugares donde anidan la cigüeñas en los acantilados, donde soplan fuertes vientos y las olas azotan con toda su bravura.

Y llegamos a la zona de dunas que nos crea una dificultad añadida a la ruta por estar caminando exclusivamente sobre arena.

Dunas

Sin lugar a dudas una de las rutas mas bonitas que he realizado hasta la fecha y que creo será difícil superar. Como siempre, enamorada de Portugal.